Unión por la Patria tendrá un senador más y se suman cinco libertarios. La cámara alta elegida propone nuevos desafíos para los próximos dos años. La clave es qué hace el radicalismo.
El amplio triunfo de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires reconfiguró el poder a favor del oficialista y sumó una buena noticia en la Legislatura: Unión por la Patria será el bloque mayoritario en la Cámara de Senadores con 21 bancas. Juntos por el Cambio se quedará con veinte y La Libertad Avanza se mete a la discusión con cinco senadores. De esta manera, se rompe la paridad de 23 sillones por lado que reinó por dos años, aunque el oficialismo deberá trazar un nuevo mecanismo de acuerdos para, de mínima, conseguir los tres senadores que le faltan para el quórum propio. La incógnita recae sobre un colectivo que verá si replantea su lugar en el tablero político bonaerense: los seis senadores de la Unión Cívica Radical.
“Nosotros llevamos la bandera de la unidad nacional, y creo que debería ser tentadora para sectores de la oposición”. Así respondió el gobernador a la consulta que le planteó la posibilidad de llegar a un consenso con el radicalismo y poder lubricar los engranajes de una Legislatura paralizada. Así, lanzó una convocatoria en la misma sintonía que Sergio Massa, porque consideró que “se terminó una etapa y empieza otra, y estaría bueno que cada legislador vote leyes que considere a favor del pueblo de la Provincia”.
El nuevo mapa
La Cámara Alta renueva la mitad de sus 46 bancas cada dos años, rotando las secciones entre una elección y la otra. Desde el 2021, el Senado tuvo un condicionante muy duro para sesionar a partir de la absoluta paridad entre UxP y JxC de 23 escaños por lado, y las dificultades para consensuar el quórum necesario: 24 senadores. Para tomar dimensión de la parálisis que ese escenario implicaba, alcanza con señalar que a lo largo de 2023 sólo hubo una sesión.
Pero esta distribución se modificó este domingo, y ahora el peronismo será mayoría. No le alcanzará para sesionar por su cuenta, pero fue la coalición que perdió menos escaños en manos de los libertarios, que no arriesgaron ningún lugar por lo que tenían todo por ganar. De los 23 espacios que se ponían en juego, trece pertenecían al oficialismo, retuvo once; y diez al cambiemismo, que sólo retuvo siete.
De los 20 opositores, seis son radicales, que si deciden firmar un bloque propio se convertirían en la tercera fuerza de la Cámara Alta, desplazando al cuarto lugar al bloque de cinco que tendrá LLA. Ahora bien, de los otros 14 legisladores de JxC, son nueve los que pueden ser considerados como pertenenccientes al «PRO puro».
Después están los casos de María Mandagarán del GEN, Marcelo Daletto que responde a Emilio Monzó, y Joaquín De la Torre de San Miguel, que cuenta con su propia estructura política. A su vez, hay dos legisladores que asumen ahora que, de mínima, tienen realidades originarias difusas: Florencia Arietto, que supo pertenecer al Frente para la Victoria, al massimo y al bullrichismo, y Marcelo “Chuby” Leguizamón, que llega de la mano del derrotado Julio Garro en La Plata, y que en su pasado fue candidato a intendente por la ciudad por el Frente Renovador.
Respecto a La Plata, fue tan duro el golpe para las listas amarillas que hasta los últimos minutos no se descartaba que el peronismo se quedara con las tres bancas que le corresponden a la octava sección. Sucede que el piso para acceder al sillón de la minoría es de 33,3 por ciento, y JxC apenas llegó a 33,55 con casi el 98 por ciento de las mesas escrutadas. Más allá de que se da por descontados que serán dos legisladores para UxP y uno para el cambiemismo, el recuento final podría traer una sorpresa.
El futuro del radicalismo
Luego de perder distritos que gobernaba hace años como Chacabuco, Ramallo, o Coronel Rosales, el peso provincial de la UCR queda sujeto al lugar que alcanzó el titular del Comité Provincial, Maximiliano Abad, que será uno de los tres senadores nacional bonaerenses. Con este marco, constituirse como referencia en la Legislatura puede ser una alternativa victoriosa para acrecentar su territorialidad, luego de padecer episodios conflictivos bajo el mandato amarillo en el ámbito legislativo.
Uno de los ejemplos más elocuentes fue tener que retroceder en su decisión de apoya el proyecto de ley para resolver el conflicto de la caja jubilatoria del Banco Provincia a raíz de la modificación que llevó adelante María Eugenia Vidal y que la Corte Suprema bonaerense declaró inconstitucional. Además, en estas elecciones sólo pudo sumar una banca al Senado provincial, mientras que el PRO ortodoxo se hizo con cuatro, por lo que solidificar su músculo político de cara al 2025 parece ser un camino necesario para sostener su representatividad en la Cámara Alta.
En contraposición, el método de trabajo del kicillofismo ha sido reconocido tanto a nivel público como entre los pasillos de los ministerios y la propia Legislatura, por muchos intendentes y dirigentes radicales que vieron cómo Patricia Bullrich no logró apalancar a sus candidatos a nivel a local. Para el oficialismo, fortalecer el vínculo será clave ya que los otros sectores, y por sobre todo el debutante bloque de cinco senadores que tienen los libertarios, difícilmente acompañen sus iniciativas.
De todas maneras, cabe destacar que el fenómeno que despertó Javier Milei constituyó una representatividad que pocos imaginaban previo a las PASO. Obtuvo senadores en tres de las cuatro secciones que eligieron bancas para la Cámara Alta, y sólo no lo hizo en la octava porque los tres lugares de la octava sección se reparten entre las dos primeras fuerzas políticas. Hoy tendrá un bloque.
Adentro
Los legisladores ingresantes provienen de la Segunda, la Tercerca, la Sexta y la Octava sección electoral, ya que en las otras cuatro se eligieron diputados provinciales.
Al norte de la Provincia, Kicillof supo dar vuelta la elección respecto a las PASO, pero fue donde se llevó una de sus principales sinsabores, ya que en Zárate no pudo ganar Agustina Propato, esposa de Sergio Berni, y quien había obtenido un amplio margen en las Primarias. Pero el ministro de Seguridad tuvo un motivo para celebrar, ya que será uno de los dos senadores que UxP tendrá en representación de la segunda sección. También ingresó la docente y concejal de Pergamino, Laura Clark. Quien no pudo renovar fue Facundo Ballesteros, por lo que el oficialismo no perdió una de las tres bancas que capturó en 2019.
El segundo lugar para el cambiemismo en la sección le posibilitó retener sus dos bancas en juego. Así, Emilia Subiza, directora municipal de San Nicolás, y ladera del clan Passaglia será senadora desde el bullrichismo puro, pero será acompañada por Juan Manuel Rico, dirigente del PRO que responde al intendente de Pergamino, Javier Martinez.
En la segunda sección es donde Milei logró colocar uno de sus alfiles en el Senado. Se trata del armador político del líder libertario en la provincia, Carlos Kikuchi.
En la Tercera sección, la más poblada de la provincia y que incluye a La Matanza y Lomas de Zamora, dos de los tres distritos más habitados en la Provincia, el peronismo se hizo con cinco de los nueve senadores que se ponían en juego. Respecto a 2019, pierde una banca, y las que retuvo lo hizo de la mano de Emmanuel González Santalla de La Cámpora de Avellaneda que consiguió la reelección.
Más atrás se ubicaron la delegada en la Defensoría del Pueblo en La Matanza, Amira Curi, y el actual senador Adrián Santarelli y hombre de confianza de Martín Insaurralde, que también reeligió. El cuarto y quinto lugar quedaron en manos de la browniana María Rosa Martínez y del dirigente del Frente Patria Grande que responde a Juan Grabois y que viene de ser diputado nacional.
Aquí JxC retrocedió un casillero, ya que también perdió una de las tres bancas que puso en juego. De esta manera, los dos lugares por la tercera fueron para Jorge Schiavone, concejal de Lanús y hombre de confianza de Néstor Grindetti, y la multifacética Arietto, que arriba de la mano de Diego Santilli y Horacio Rodríguez Larreta.
Por el lado de LLA, dos bancas llegaron desde la tercera sección. En primer lugar, el principal constructor de los libertarios en el conurbano, Sebastián Pareja, tendrá su sillón en la Cámara Alta provincial. El segundo quedó en manos de Betina Riva, que pertenece al equipo de Carolina Píparo.
Desde la sexta sección llegaron grandes noticias para el oficialismo a partir de la recuperación de muchas intendencias, principalmente la de Bahía Blanca. También se hizo con Tres Arroyos, Coronel Rosales, Patagones y Salliqueló. Pero a nivel regional, fue la única sección donde no hubo un triunfo de Kicillof, aunque fue por alrededor de 3 mil votos a favor de Grindetti. Así las cosas, el reparto de los seis senadores de la sexta se repartieron en partes iguales: dos para cada una de las tres fuerzas políticas.
El par que llega por UxP son renovaciones: Marcelo Felliú y Ayelén Durán, ambos bahienses. Por el lado de JxC, Nerina Neumann, la única de pertenencia radical que se suma al Senado tras los comicios, y Alex Campbell, que viene de estar en la Cámara de Diputados provincial como férreo defensor de Vidal y Cristian Ritondo, llegan a reemplazar a históricos legisladores como el “lilito” Andrés De Leo y Nidia Moirano del PRO.
Para los libertarios, significó un nuevo triunfo porque sumaron otras dos bancas a través del ex militar de la Armada y oriundo de Punta Alta, Sergio Vargas, y Silvana Ventura.
En la octava sección, la performance de UxP superó lo cosechado en 2019 y la taba se dio vuelta. En esta ocasión, y acompañando el triunfo de Julio Alak sobre Julio Garro a nivel municipal, el peronismo se quedó con dos de las tres bancas en disputa y revirtió los números de hace cuatro años. Así, la titular del Instituto Cultural de la provincia, Florencia Saintout, y Pedro Borgini, secretario general platense de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA), gremio liderado por Héctor Daer, arribaron al Senado.
El único motivo de celebración para Garro fue la posibilidad de que “Chuby” Leguizamon arribe a la Cámara Alta en representación de la primera minoría.